Para la segunda jornada de cuartos de final de la Euro tuvimos un interesante encuentro entre una de las favoritas, Alemania, y una selección que se metió de pura casualidad en esta fase. Los alemanes estuvieron confiados gran parte del partido, pero su capacidad atacante estuvo tan demoledora como siempre y fueron capaces de batir a los griegos.
Alemania 4-2 Grecia
La selección de Joachim Löw volvió a ganar con solvencia otro partido más. Ésta vez le tocó a Grecia, que no se llevó el premio que merecía por ese pésimo planteamiento. Ésta selección asusta, y mucho. Cada parte tienen una decena de ocasiones. Unas las meten, otras las fallan. Pero tienen muchas oportunidades de gol. Además, sus llegadas son claras y saben cómo, cuándo y por dónde inquietar a la defensa contraria siempre.
Grecia, selección basada en planteamientos antiguos, que han ido siguiéndose generación tras generación, no tenía nada que hacer. Sus dos goles son un espejismo. El alma de este conjunto se llama Karagounis, y ayer ese alma no estaba presente. Maldita sanción la suya. En ninguno de los tres partidos que jugaron se dedicaron a tener la bola. Si no tienen la bola con Karagounis, imagínense cómo serán las cosas sin él. Un absoluto desastre. Además, defendieron demasiado atrás, cosa que te puede matar teniendo delante a gente como Khedira, desatado en esta competición; Özil, Schweinsteiger, Reus... Acabaron ahogados en un mar alemán lleno de ocasiones.
El partido. Fue enteramente alemán. De principio a fin. Los de blanco tenían la posesión y se iban hacia delante. Fútbol puramente alemán. Las tres rotaciones alemanas surtían efecto. Marco Reus entró de titular por Müller. Andre Schürrle lo hizo por el poco inspirado Podolski. Y el pichichi del torneo fue sentado al banquillo en detrimento del máximo goleador de la historia de los mundiales, Miroslav Klose. A pesar de toda la artillería, el gol no llegaba. Tiros, desbordes, centros, chuts lejanos... Pero tuvo que ser el lateral, Philip Lahm, el que abriera la lata. Lo hizo con un gol muy bonito, parecido al que abrió el Mundial 2006, aunque ése fue más arriba, por toda la escuadra. Lo que parecía imposible ya estaba hecho.
Los griegos hicieron lo de siempre: tirar de casta e intentar arañar algo. Son carroñeros, el que más Salpigidis, que ha hecho la mayoría del trabajo ofensivo en el torneo. Diez minutos después de comenzar la segunda parte, el dorsal catorce pilló un balón por la banda derecha, se inventó una contra y le sirvió casi en bandeja el gol a Samaras, que tuvo que empujarla en las narices de Neuer, malo en la salida. Los griegos, a lo tonto (como siempre), habían empatadado.
La favorita, junto con España, de este torneo avanza a semifinales, dejando en la cuneta a la pobre selección griega.
EURO 2012. Jornada 14.
Cuartos de Final. 22 de Junio de 2012.
Escrito por: Sergio Díaz Alonso.
Twitter: @SergioDiaz_20.
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