Los de Emery salieron a por todas para llevarse a los 3 puntos en juego la tarde noche del sábado, presiono muy arriba, muy intenso cuando perdía la pelota, aunque tenía más la posesión del balón y buscaba decididamente la portería contraria. Su intención era ejercer de equipo grande ante un recién ascendido.
Y todo ello dio resultado en el minuto 4 en una combinación valencianista al borde del área del equipo visitante, Piatti le cede el balón de tacón a Canales que dispara cruzado sorprendiendo a Roberto, portero rival.
A partir de ahí el equipo capitaneado por Soldado fue dejando de guerrear, bajo las revoluciones y fue dándose cuenta de que iba por delante en el marcador y que como más cómodo se siente es al contraataque. Los ches debieron recordar que en el mismo escenario entre semana en Champions League se enfrentó al Chelsea un equipo con más pedigrí, que el Granada llegaba tras haber conseguido 2 goles en los 5 encuentros que ha jugado su regreso a Primera División.
La posesión en el primer tercio del partido fue totalmente del equipo local, por momentos por encima del 70% pero con una circulación muy lenta de la pelota. Los extremos abandonaban las bandas para que llegasen Mathieu y Miguel los hoy carrileros de Emery, pero estos se animaba en contadas ocasiones y por dentro el Granada provocaba una gran densidad de gente y se hacía más difícil.
El equipo de Fabri poco a poco se fue animando a salir y aviso por 1ª vez con una falta que desvió Guaita en el 25. El Valencia tuvo sus ocasiones durante el resto de la primera parte a cuentas gotas, eran destellos de sus jugadores más que venir de un buen juego del equipo. Destaco la línea de media puntas por movilidad.
Pero la 1º parte acabo y los equipos se fueron al descanso. Tras el paso por vestuarios el Granada salió con las ideas más claras pero con la misma falta de pólvora arriba. El Valencia descontaba minutos para irse al parón de la liga por las selecciones. Banega se disolvió como un azucarillo. El público de Mestalla se sintió defraudado y pito en varias ocasiones a partir de la hora de partido.
Cualquiera de los 2 grandes de la liga hubiese olido sangre y se hubiesen lanzado a la yugular, a hacer sangre y meter sus 4 o 5 golitos. Quizás esa sea una de las diferencias que marcan las distancias. Al Valencia le bastó con sentirse cómodo, superior, no arriesgar la posesión de balón y esperar que un detalle técnico sus jugadores matasen el partido.
Claro dejas vivo al rival, este empieza a creérselo, se crece, tú encima tienes un par de ocasiones, llegadas de tu pegada arriba no de tu buen juego, no las aprovechas y Fabri a falta de 15 minutos mete cambios Martins y Uche por Mollo y Yebda y el Granada cree en el empate. Es más tuvo el empate.
Antes Emery metió sus cambios y no consiguió cambiar la dinámica. Jonas Tuvo una clarísima casi al final pero Roberto sacó un pie espectacular. El Granada metió balones a la olla, Geijo hizo una gran maniobra dentro del área rival pero disparo muy desviado y en un córner Iñigo Lopez remato al larguero.
En Mestalla el equipo local empezó muy bien, encarrilo pronto el partido, parecía que iba a ser placido, se adivinaba la goleada y sin embargo acabo metido a atrás, quizás pagando el esfuerzo de la Champions y seguro su conformismo, y pidiendo la hora. Por cierto pitada final.
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