Apoteósico final de partido que culmina una gran segunda parte donde el Málaga se vio obligado a remontar hasta en dos ocasiones. Golazos, sobretodo el final de Baptista en el tiempo añadido que será recordado durante años.
A tenor de la diferencia abismal por momentos de juego entre ambos equipos, es difícil explicar como el conjunto malaguista tuvo que esperar a prácticamente el último minuto de partido para ponerse por delante en el marcador, pero así es este deporte.
El Málaga gozó de buenas ocasiones durante prácticamente todo el partido, pero salvo en la recta final siguió con la falta de puntería de anteriores partidos. Con lo que no se contaba era con la desastrosa actuación del colegiado Álvarez Izquierdo, que perjudicó gravemente al equipo local en las decisiones más importantes. La primera llegó a los 18 minutos de juego, donde un penalti que comete Cata con la cadera sobre Baptista es sancionado inexplicablemente con amarilla para el atacante.
El Getafe no conseguía crear peligro pero en una jugada aislada, Pedro León con una volea perfecta desde más de 30 metros sorprende a todos anotando un golazo tan bello como extraña fue su celebración.
El conjunto de Pellegrini no perdió los papeles en ningún momento y siguió fiel a su estilo en la búsqueda del gol. En una falta lanzada por Joaquín que primero es cabeceada por Baptista y posteriormente por Van Nistelrooy llegó el empate que parecía dar el primer paso para la remontada. Pero no llegó tan pronto.
Transcurría el minuto 75 cuando Varela supera en falta a Eliseu, que no es pitada como infracción y centra a Miku que anota el gol con la mano, doble error del árbitro que bien pudo costar el partido. Lo más sorprendente fue que en la medio trifulca que se produjo en el terreno de juego, Lacen acabó expulsado por doble amarilla, raramente un gol costó tan caro.
Transcurría el minuto 75 cuando Varela supera en falta a Eliseu, que no es pitada como infracción y centra a Miku que anota el gol con la mano, doble error del árbitro que bien pudo costar el partido. Lo más sorprendente fue que en la medio trifulca que se produjo en el terreno de juego, Lacen acabó expulsado por doble amarilla, raramente un gol costó tan caro.
Con el duro e inmerecido golpe, el Málaga siguió sin descomponerse y con el empuje infinito que tiene este equipo ante su afición más la superioridad numérica, hizo que las posesiones alcanzaran casi el 80% en los pies malaguistas y las ocasiones llegaban casi por obligación.
Cuando restaban ya sólo dos minutos para el descuento, en una jugada embarullada y tras varios remates, Maresca consigue empujar el balón a la red para empatar el partido.
Cuatro minutos fue el descuento, a priori parecían escasos, pero finalmente hasta sobró tiempo. Maresca centra desde una posición lejana y algo centrada un balón que Rondón cabecea hacia atrás advirtiendo la presencia de Baptista quien de manera acrobática se posiciona dando un paso atrás y cogiendo impulso para rematar de una preciosa chilena el balón desde el punto de penalti y a metro y medio sobre el suelo. Golazo que quedará para siempre en el recuerdo malaguista.
Un gran broche final para un trepidante encuentro donde el Málaga debió ganar con mayor solvencia pero las circunstancias lo impidieron.
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