domingo, 1 de julio de 2012

EURO 2012. Jornada 17. Semifinales. Vídeo-resumen.

Ya no nos queda nada de eurocopa. Ya estamos en semifinales. Sólo nos quedan dos partidos. Tuvimos la oportunidad de disfrutar el miércoles un gran partido, donde hubo muchísima emoción, dándose la segunda tanda de penaltis del torneo, y, sobre todo, porque jugábamos todos. España se metía en su tercera semifinal consecutiva de competición internacional, tocando ésta vez jugarnos el pase a la finalísima ante nuestros vecinos. El duelo ibérico. Portugal contra España.

Portugal 0-0 España (2-4 en penaltis)


Fabregas de mi vida. El jugador del Barça, nacido en Arenys de Mar, nos metió en la final de la Euro 2012. Una vez más. Hace cuatro años, cuando lo usual era caer eliminados, nos medíamos contra Italia en cuartos de aquella eurocopa. El partido agonizó, y nos fuimos a los penaltis. Gracias a San Iker, Cesc (por aquel tiempo en las filas del Arsenal) tenía la oportunidad de meter a España en las semifinales del torneo. Algo que no conseguíamos desde hace más de 40 años. El diez metió aquel penalti, rompiendo tres maleficios que nos perseguían desde hace mucho tiempo. Ganar a Italia, ganar por penaltis y sobre todo, pasar de cuartos. Cesc lo hizo.

Cuatro años después, ese dorsal diez tuvo la oportunidad de volver a tirar un quinto penalti. Ésta vez era más importante, nos daba el pase a la final. Lo metió. En el fondo, todos sabíamos que iba a entrar. Y lo hizo llorando. Rui Patricio adivinó el lado del disparo y el balón íba tan ajustado que pegó en el palo y entró. En ese momento la euforia nos desbordó y todos gritamos, pero creo que gritamos más en otro momento.

Un partido sin muchas ocasiones, un poco aburrido y con mucho cansancio. Los primeros noventa minutos fueron de Portugal, hay que reconocerlo. Cristiano y los suyos nos perdonaron unas cuantas. Esa última contra nos habría matado. Gracias a Dios, el balón terminó en las gradas del Donbass Arena, en Donetsk. Además, lo peor fue nuestro rendimiento: ningún tiro a puerta en el tiempo reglamentario. No jugamos bien, así es.

La llegada de la prórroga fue una salvación para el equipo. Con las entradas de Navas, Pedro y Cesc mejoramos bastante. Ese cansancio acumulado del torneo y de los noventa minutos desapareció de un plumazo. La frescura en bandas dio sus frutos. Más ocasiones. Muchos pedíamos un delantero centro para rematar esos centros de bandas, pero la intención de Del Bosque no era esa. Pretendía que las dos bandas desbordaran y buscaran tiro o pase en profundidad a gente como Iniesta o Cesc, sumado al apoyo de Xabi Alonso. Tuvimos algunas oportunidades clarísimas, unas más que otras. La que más peligro tuvo fue el tiro de Iniesta a bocajarro que Rui Patricio paró.

El árbitro pitó el final y nos tuvimos que ir a penaltis otra vez. Estábamos eufóricos, realmente sabíamos que íbamos a ganar. Seguíamos pensando en eso y confiando en nuestra selección incluso cuando Xabi Alonso falló el primer penalti de la tanda. Cristiano Ronaldo le chivó a su compañero Rui Patricio por dónde lo tiraría, conociéndole al ser compañeros en el Real Madrid. Lo tiró a la izquierda por bajo. Justo. El siguiente era Joao Moutinho, un jugador con mucha, mucha clase. Pero delante estaba el de siempre, el parapenaltis (aunque sea el que se pone más nervioso cuando hay que ir a la lotería de los penaltis), San Iker Casillas. Lo paró por la derecha, a media altura. El turno era de Iniesta. De mi vida. Lo metió, fácil, por la derecha, engañando al portero. Le tocaba el turno a Pepe, empezando la rueda de defensas. Lo hizo muy bien. Lo metió fácil, a pesar de que Iker adivinó el lado. Seguían los centrales, ésta vez con Piqué. Dentro. Después Bruno Alves se disponía a lanzar el penalti, cuando apareció Nani. El jugador del Manchester United se pegó una buena carrera para decirle a Bruno que le tocaba a él. Con toda la tranquilidad del mundo, lo metió por alto, engañando a Casillas.

Lo que pasó después merece un párrafo aparte. Nos tocaba otra vez el turno. Íbamos 2-2. El siguiente penalti ya era el cuarto y no nos podíamos permitir el lujo de fallarlo. Cuando vimos a Sergio Ramos disponerse a ir al punto de penalti, todos nos pusimos nerviosos. Nos entró el miedo. Todos nos acordamos del penalti ante el Bayern en la Champions League. También en semifinales, también el cuarto penalti, también empate a 2. Todo igual. Aquel día ese balón acabó en la tribuna del Bernabéu. Lo tiró rematadamente mal, muy alto. La gente se le echó encima. Todo eran críticas para él. Pues Sergio tuvo las agallas de tirarlo. Lo metió, con solvencia y engañando al portero. Pero no fue un penalti como los demás. Ramos lo tiro de panenka. Sí, de panenka. Impresionante. Sólo podiamos rendirnos ante él. Una de las imágenes de la Euro. Decíamos de Pirlo, pero ésto es superior. ¡QUÉ HUEVOS TIENES RAMOS!

Después de la genialidad de la noche, le tocaba a Bruno Alves, otro central más. Ahora sí que lo tiró él. Desgraciadamente para él, ajustó tanto el balón que dio en el larguero. Pero, para nosotros, era como si Casillas lo hubiera parado. Y después le tocó el turno a Cesc Fabregas. Y volvemos al principio. Mientras, Cristiano gritaba 'Injusticia, injusticia'.

España se mete en su tercera final consecutiva, dejando fuera a Portugal y a Cristiano Ronaldo. Ya sólo nos queda un partido para demostrar que no hay dos sin tres.






EURO 2012. Jornada 17.
Semifinales. 27 de Junio de 2012.





Escrito por: Sergio Díaz Alonso.

Twitter: @SergioDiaz_20.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comparte

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More