El Valencia comenzaba la jornada con sólo 2 puntos y a 5 del líder del grupo y aprovechó para vengar la derrota del partido de ida en Alemania endosándole un 3-1 al Bayern Leverkusen; pero dando unas sensaciones algo contradictorias en varias fases del partido.
No pudo comenzar mejor el partido, Jonás ponía el 1-0 a los 10 segundos de partido, haciendo así el gol más rápido en la historia de la Champions League. El equipo 'Che' tenía el partido donde quería, aunque la sombra del partido de ida sobrevolaba Mestalla.
Y justo como en el partido en Leverkusen, el Valencia se replegó tras el gol, también los visitantes empujaron y comenzaron a controlar el balón en campo rival, se empezaba a torcer el partido, aunque el marcador jugaba a favor de los de Emery.
Cuando dominaba el partido, Banega caía lesionado con muy mala pinta y haciendo gestos de dolor. Emery dio entrada a Tino Costa, que no es un organizador como el argentino pero metió mas músculo en el centro del campo.
El cambio no le vino nada bien al Valencia, bajó el ritmo de manera drástica y vino el gol del Leverkusen. Ballack llegó a línea de fondo y sacó un precioso centro que Kiessling remató absolutamente solo en el área pequeña. Se volvía a complicar el partido.
No reaccionaban los de Emery, la ausencia de Banega se notaba demasiado. Además si sumamos la lesión de Canales y la no presencia en el equipo de Parejo, los problemas se le multiplican.
En la reanudación el partido no mejoraba, estaba siendo lento y sin oportunidades ni acercamientos en las áreas. El Valencia tenía ahora, con la entrada de Costa, un equipo más defensivo y rocoso. Y en este tipo de juego los alemanes son unos expertos.
Unai tuvo que acudir al banquillo, su equipo se hundía y una derrota los dejaba fuera de la Champions.
Entraba Piatti por un desaparecido Feghouli para dar más velocidad y ‘punch’ en ataque. Cinco minutos después y tras una llegada de Mathieu a la línea de fondo, Soldado recibía el pase del francés y cortaba su mala racha goleadora con un gran tanto de espuela. Respiraba el equipo Che.
Aprovechaba su momento los locales y 10 minutos después Rami metía el 3-1 definitivo en una jugada a balón parado en un corner, aprovechándose del preciso centro de Costa. El francés es un valuarte en esto de los balones parados.
El Valencia se recuperó bien y empezó a controlar el partido a su manera, sin sufrir atrás. Los alemanes bajaron los brazos.
Los últimos 15 minutos del partido sobraron, los de Emery se dosificaron y el equipo de Dutt sacó del campo a sus principales jugadores. El Valencia sigue vivo, se pone con 5 puntos a uno del Leverkusen y a 3 del Chelsea que es líder. En la próxima jornada se miden al Genk donde la victoria sigue siendo vital.
@andionrubia
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