Impresionante, grandioso, espléndido. El portero del Sevilla se ha ganado un monumento en el Camp Nou. El Barça la tuvo de todos los colores, pero el Sevilla puso un muro en la portería llamado Javi Varas. Ni Messi, desde los once metros, fue capaz de batir al portero sevillano. El planteamiento de Marcelino bloqueó al F.C. Barcelona, que por primera vez en esta temporada, no consiguió anotar ni un solo gol.
A estas alturas del campeonato liguero y con los antecedentes en la mano, pocos podrían pensar antes del inicio del encuentro entre Barça y Sevilla, que los andaluces saldrían del Camp Nou sin encajar ni un solo gol. Pero desde el minuto 1, el planteamiento de Marcelino se hizo notar en el césped, sus jugadores corrieron como gacelas y se multiplicaron en las labores defensivas.
Como viene siendo habitual, Guardiola intentó sorprender a su rival con un detalle diferente en su juego. Adriano jugó en los primeros compases de partido de extremo derecha, por delante de Alves y de esa forma llegó la primera clara ocasión culé. Adriano se internó por banda derecha, puso el balón atrás para la llegada de Iniesta y su remate a bocajarro lo sacó Varas.
El primer tiempo fue disputado e igualado por parte de ambos equipos y el Sevilla tuvo ocasiones para batir a Valdés, que si llegaba al minuto 60 sin encajar un gol superaría su marca individual de imbatibilidad. Doble V tuvo que emplearse a fondo tras un disparo de Navas que se colaba por la escuadra, después de eso esperó hasta el pitido final para engrosar su récord hasta los 607 minutos.
En los instantes finales de la primera parte Varas comenzó su propio calentamiento. Villa recibió un pase atrás de Adriano, ésta vez por la izquierda, y el asturiano se encontró con el portero sevillano. Pocos minutos después Varas sacó de nuevo un centro-chut de Messi que tocó en Fazio.
En el segundo tiempo desapareció totalmente el Sevilla, confiándose a su portero y a la ayuda divina. La posesión fue aplastante y Marcelino dio orden de olvidarse de la existencia de Víctor Valdés y preocuparse de una defensa total. El Barça no paró de intentarlo hasta la extenuación, pero la pelotita no entró.
El Camp Nou fue un coro de ‘uys’ en la segunda mitad. Messi fue el primero en intentarlo con un lanzamiento de falta que se marchó fuera por poco. Iniesta se encontró de nuevo con Varas, que esta vez detuvo un disparo raso del manchego ajustado al palo. El portero sevillista paraba todo, incluso un mal despeje de Fazio lo interceptó para mandarlo a córner.
Hoy Messi perdió la batalla contra el portero del equipo rival. En una jugada invalidada, ‘La Pulga’ falló por partida doble cuando estaba solo frente al cancerberó. En ese momento Varas le había comido la moral al argentino.
Cuando el Barça estaba ahogado y abocado al empate sin goles, una internada de Iniesta se convirtió en un penalti muy discutido. Todos los jugadores del Sevilla protestaron, pero fue uno, Kanouté, el que más se salió de sus casillas. El de Malí comenzó su guerra psicológica moviendo el balón colocado en el punto de penalti por Messi. Una vez alejado del punto de penalti tuvo un pique con Fábregas que acabó con el delantero sevillista expulsado.
Mientras todo ocurría en el descuento, Messi y Varas seguían teniendo una cita pendiente. El argentino hizo caso al pitido del árbitro, lanzó y paró Javi Varas. Premio merecido para el portero, que sin ninguna duda fue el héroe de su equipo y el mejor jugador del encuentro. Los nervionenses acabaron con nueve por la expulsión de Navarro en el último minuto por doble amarilla, aún así salieron con un punto del Camp Nou que sabe a gloria.
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