Haciendo un análisis general del encuentro creo que podemos concordar que el resultado más justo era el empate, debido no tanto al juego de uno y otro equipo sino a los momentos de dominio y peligro producidos durante los 90 minutos en el estadio Da Luz de Lisboa. Finalmente una jugada a balón parado y en flagrante fuera de juego ha inclinado la balanza entre los dos mejores – y parejos – equipos de la Liga Zon Sagres.
La primera parte empezó intensa, como el ambiente en el campo de las “Aguias”, que pareció estremecerse cuando Hulk recogió un balón en banda derecha y disparó con su fuerza característica al interior de la portería de Artur. Era el minuto 6 de partido y una jugada aislada provocaba el 0-1. El trasfondo de este gol es observable en la posición del brasileño en banda derecha que viene provocada por la llegada de un delantero centro de la confianza del entrenador Vítor Pereira (Janko) que ha permitido que el autor del primer gol abandone esa posición de máxima referencia ofensiva en la que no desarrolla totalmente su juego.
A partir de este minuto 20 y hasta el descanso Benfica despertó del letargo y se produjo un vuelco imaginario en el terreno de juego que parecía estar inclinado hacia la portería de Helton. El equipo de Jorge Jesús atacó constantemente, siempre bien organizado por el argentino Pablo Aimar, mediante las internadas de Gaitan y Nolito pero sobre todo por el gran peligro que generaba Cardozo y que Helton salvó hasta 4 veces. Hasta 3 amarillas vieron los jugadores visitantes por faltas cercanas al área en un intervalo de 10 minutos. En el minuto 41, y tras el rechace en el área en un córner, llegó el empate por parte del paraguayo Oscar Cardozo, y Da Luz vibraba con su equipo hasta la llegada del descanso.
En la reanudación, y casi sin tiempo para que alguno de los más de 58.000 espectadores volvieran a su lugar, Benfica anotó el 2-1 por medio otra vez de Cardozo (máximo goleador de la Liga Zon Sagres) en una falta lateral sacada por Pablo Aimar. El propio genio argentino sería uno de los factores determinantes del resultado final al tener que ser substituido por Rodrigo en el minuto 51 por problemas físicos, Benfica perdía a timón.
Mientras el ex del Valencia se encaminaba fuera del terreno de juego se estaba preparando el otro factor que cambiaría el rumbo del partido: la entrada de James Rodríguez en los visitantes. Era realmente curioso observar como se producía el trasvase de genialidad de un equipo al otro. Parecía que el nombre del Estadio fuera una sátira lingüística cuando observábamos como la “luz” del juego pasaba de un equipo al otro con los cambios producidos.
El joven de Cúcuta, que ha confesado haber tenido el día más extraño de su vida, había llegado 12 horas antes a la ciudad de Lisboa tras disputar un amistoso con Colombia en la madrugada del miércoles y tenía 30 minutos por delante para ayudar a sus compañeros a levantar el partido. Como ha ocurrido en toda la temporada se nota cuando está en el campo.
Benfica seguía apretando pero el balón ya no le quemaba al equipo visitante. Emerson vio la tarjeta amarilla, que sería importante en el partido, por una patada al recién ingresado. Unos minutos después, en una contra bien llevada por los visitantes, el propio James empataría con un remate fuera del alcance de Artur. El partido se ponía 2-2 y se equilibraba en todos los sentidos, nos venía a la mente el partido de Do Dragão del pasado mes de Septiembre – curiosamente también disputado un viernes.
El partido estaba equilibrado con llegadas para los dos equipos hasta que Emerson vio la segunda amarilla por una falta a Hulk. Benfica, con 10 jugadores, se vio sometido a una presión parecida a la que ejerció durante los últimos 20 minutos de la primera parte, el campo parecía inclinado hacia su portería.
Pese a todo nada presagiaba que no fuera a terminar en un justo empate hasta que, en una falta lateral bien botada por James desde la derecha, Maicon remató para hacer el 2-3 final. La jugada se produce en fuera de juego claro y con un error importante por parte del portero local. El partido se desnivelaba de manera injusta tanto por la legalidad de la acción como por lo observado en el terreno de juego.
El encuentro fue igualado y la diferencia en el juego la marcaron Aimar y James mientras estuvieron en el campo, en el resultado fue un error del juez de línea el que desniveló un partido que merecía haber terminado con empate.
Y ahora, ya en la noche de sábado, podemos concluir que la Liga Zon Sagres sigue abierta. Porto lleva 3 puntos de ventaja a Benfica a falta de 9 partidos (no hay que olvidar que Benfica ha llegado a tener 5 de ventaja dos jornadas atrás) pero la diferencia entre ambos es escasa como ha quedado demostrado hoy en Da Luz.
Y ojo que volverán a encontrarse en este mismo escenario el próximo miércoles 21 de Marzo en Semifinales de la “Taça da Liga”, y ahí no podrá haber empate.
Por: Héctor de Serpa Pinto
Twitter: @Kriok
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