Volvía la Champions al Velodrome, volvía una eliminatoria cargada de pasión entre dos colosos del fútbol: El Olympique de Marsella de Didier Deschamps y el Inter de Claudio Ranieri.
Volvían a encontrarse dos entrenadores que en la Juventus hicieron historia, además de encontrarse en una mítica semifinales de Champions en la que un Mónaco inalcanzable le privó a Ranieri de su queridísima final de Champions.
El partido entre el Marsella y el Inter evidenció las intenciones de los 2 equipos: El Marsella quería llevar la iniciativa del encuentro, por su parte el Inter buscaba mucho la espalda de la defensa Francesa con la velocidad de sus puntas.
El Marsella sin Rémy alineó a un Brandâo que ayer recordó al de Brasil, poco participativo en las jugadas, muy bien fijado por Samuel y Lucio y pocos movimientos para desplazar a los dos centrales del Inter. La baja de Rémy en este partido pesó y mucho.
El Inter por su parte, apostó por un Zarate que apenas había jugado en los dos últimos meses, el objetivo de Ranieri era castigar a a Azpilicueta con sus constantes subidas en ataque. La fórmula tuvo efecto 10 minutos, Zarate se encargó mucho de defender a Azpilicueta en vez de castigarle.
Las ayudas de Zarate en defensa prodigiaron un desajuste en el Inter, Forlán estaba sólo en cada contra Italiana, y sólo Cambiasso ayudaba cuando su físico le ayudaba, ese fue el problema del Inter en todo el partido; no supo aprovechar su velocidad a la contra.
El Marsella por su parte sufrió mucho para sobrepasar la defensa Italiana, unos acercamientos tímidos dejaron en evidencia la baja de Rémy en el OM. Brandâo luchaba contra todos en el área, Amalfitano se iba a la banda a buscar las incursiones de Valbuena por el centro, Ayew hacía diagonales..... Pero nada funcionó en toda la primera parte, tanto Inter como Marsella nos dejaron un mal sabor de boca en los primeros 45 minutos.
La segunda parte fue un monólogo de la primera, el Inter dejó síntomas de mejoría acusados por un gran Sneijder activo en la segunda parte, pero los síntomas seguían siendo los mismos, Forlán seguía muy sólo en ataque, por ello Ranieri metió a un físico medio centro y llegador como Obi, el Nigeriano mejoró un poco el lavado de cara del Inter, pero ahí acabó todo, Ranieri no metió a Diego Milito en el partido, algo que acusó el Inter en los minutos finales, Forlán duró una hora y ahí acabó medio partido para el Inter de Milán, que sufrió mucho la entrada de Jordan Ayew y la explosión final de Andre Ayew en estado puro.
El Marsella siguió acusando la excasez de apariciones en ataque de Amalfitano, el ex de Lorient recordó al de principio de temporada, cuando se le acusó mucho su irregularidad.
Valbuena hizo sufrir al incorporado Nagatomo, pero Brandâo siguió a lo suyo, ingresó Jordan Ayew, el pequeño de la saga, le dio un aire en ataque al cuadro de Didier Deschamps, que en los 10 minutos finales se dedicó a atacar, atacar y atacar. Andre Ayew explotó en el momento idóneo para el Marsella, dos remates y un cabezazo suyo avecinaron lo que iba a pasar.
En el minuto 92, con todo cumplido, Valbuena sacó un centro perfecto para que Jordan Ayew con su potente salto anticipándose a un mal Chivu pusiera un 1-0 en el marcador que fuera vital para afrontar el partido de Italia.
Prácticamente se puede decir que el resultado justo hubiera sido el empate, ni Marsella ni Inter hicieron méritos para ganar, pero se evidenció de que el partido se decidiría por pequeños detalles, y asi fue como llegó el gol Francés.
El Giuseppe Meazza dictará sentencia en una eliminatoria que está siendo de lo más igualado de la Champions League.
Por: Andrés Onrubia Ramos
Twitter: @andionrubia
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