Año 1974. Aquella temporada volvieron a admitirse los extranjeros en la liga española. Se habían cerrado las fronteras desde el fiasco del Mundial de Chile, en 1962. Pero no nos había ido mejor en los mundiales sucesivos (para el de 1970 ni nos clasificamos), así que se decidió abrirlas de nuevo y los equipos pudieron reforzarse.
El Madrid apostó por un cerebro alemán, Netzer, y un extremo goleador argentino, Pinino Mas, que se pretendía que fuera el sustituto de Gento. El Barça trajo a un interior goleador peruano, Hugo Cholo Sotil, y al mejor jugador del momento, uno de los grandísimos de la historia: Johan Cruyff. Pero el fichaje de este costó no solo dinero (cien millones, récord mundial en la época) sino tiempo. Llegó al club blaugrana una vez comenzada la temporada.
Pero llego Cruyff y fue un vendaval. Atacante pleno, con tendencia a echarse a la izquierda, técnica exquisita, cambio de ritmo, anticipación mental. Movía a todo el equipo. Con él, el barcelonista, que llevaba 14 años sin ganar la liga, pudo por fin decir aquello de "aquest any sí".
Al Madrid, sin embargo, le iba mal. El equipo no funcionaba, Netzer, con toda su clase, no superó a Velázquez, y Mas se limitó a dejar algunos remates espectaculares, de volea, a balón parasdo en córners lanzados desde la derecha. Eso y nada más. Tan fue así, que Miguel Muñoz había caído después de catorce años como entrenador del Madrid, en el que había conseguido un feliz tránsito del imperial Madrid de Di Stefano al Madrid "yeyé". Pero este segundo tránsito ya no lo pudo dar.
Le sustituyó en el banquillo Molowny, tantas veces talismán. Pero esa noche ni eso sirvió. El Barça jugó con: Mora; Rifé, Costas, Torres, De la Cruz; Juan Carlos, Asensi, Marcial (Tome 72'); Rexach, Cruyff y Sotil. Un Barça jugando un 4-3-2 y Cruyff moviéndose por todo el campo diriigiendo al equipo. Por el Madrid: García Remón; Morgado, Benito, Zoco, Rubiñán; Pirri, Netzer, Velázquez; Aguilar (Santillana 46'), Amancio y Macanás. No hubo partido, fue una ejecución: Asensi (31'), Cruyff (39'), Asensi (53'), Juan Carlos (65') y Sotil (71') fueron traduciendo esa superioridad en una cómoda goleada. El mundo culé lo festejó como nunca había festejado nada antes y rebautizó el año 1974 como el año mil-novecientos-cero-cinco.
Este partido fue tal mazazo para el club blanco que se sucedieron diversas anécdotas entres sus jugadores como la retirada inmediata de su defensa Zoco.
Escrito por Alberto García Garrigó a 18/11/2011
Twitter: @aggarrigo
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