Segunda jornada del grupo C, donde está España, ya marcando territorio en esta Euro. Italia se dejó dos puntos en el camino.
Italia 1-1 Croacia
Pirlo es la clave. El juventino es capaz de conseguir que su equipo gane, que juegue bien y que tenga claridad en el juego. En cuanto le tapas, el equipo poco puede hacer. Eso pasó el jueves.
Italia dejó escapar dos puntos ante la no muy acertada Croacia en un partido controlado enteramente por los 'azzurri'. Andrea Pirlo sigue siendo el oxígeno, el corazón, el ancla, la llave o todo lo que le quieran llamar para esta selección. De sus botas viene y va el juego italiano. Los croatas lo sabían y supieron actuar. aunque no le salió del todo bien. El mediocampista hacía todo lo que estaba en su mano, que era mucho, pero estaba muy bien cubierto. Aún así, sacó al equipo adelante.
El equipo italiano tenía pocos huecos arriba, pero en todas sus llegadas se mascaba la tragedia. Balotelli y Cassano apretaban y llegaban, pero les faltaba claridad. Claridad que sobró en la falta de Andrea Pirlo. El 21 no perdonó a Pletikosa y metió un auténtico golazo de falta directa en el minuto 39.
El juego italiano se empezó a congelar ya que Andrea estaba un poco solo, y a su vez, el equipo croata salió de la cueva gracias a Modric. Reflotó al equipo y apretó todo el partido. Sus compañeros hacían bastante poco y así era muy difícil. Hasta que vino el regalo italiano. Mandzukic envió a puerta un centro de Strinic, absolutamente solo. Ahí acabó todo.
El partido se terminó con la desgana de los dos, sobre todo de los italianos que, teniéndolo ganado, dejaron escapar 2 puntos que eran de oro. Los croatas se reafirman en esta Euro y tienen opciones de clasificarse.
España 4-0 Irlanda
El nueve. La clave. Por fin España se desató en un auténtico partidazo. Partidazo en conjunto, pero sobre todo de Fernando Torres. No fue el que mejor jugó, pero metió dos goles que hacían mucha, mucha falta. Hacían falta al equipo, que echaba de menos el gol fácil que siempre teníamos cuando David Villa tenía su tibia en condiciones. Y le hacían falta a él, con muy poca confianza que, aún marcando dos goles, le faltó un pelín.
La vigente campeona de la Euro barrió a la selección irlandesa desde el minuto 4. Minuto donde Fernando Torres volvió a ser Fernando Torres, fusilando a Shay Given., que ni la olió. Dunne estaba empanado y creía que el balón ya había sido despejado cuando vio al nueve a su lado dispuesto a tirar. Zambombazo.
Ya habíamos hecho lo más difícil, ahora había que manejar bien los tiempos del partido y meter el segundo y, por qué no, una goleada. A pesar del resultado final, España tuvo alguna dificultad arriba a la hora de encontrar hueco y tirar. Nos pasa mucho. La defensa se cierra como un equipo de balonmano, y la Roja sólo mueve la pelota de un lado a lado. Cualquier desmarque que no pueda ser del todo efectivo, no se ve. Silva y Torres se movían desmarcándose alante, pero Xavi, Iniesta y compañía disfrutaba con el balón en los pies. No había que caer en el pasivismo en el ataque, habían que ser más agresivo en los ataques estáticos.
Eso mismo pensé yo en el descanso, y parece que Vicente Del Bosque también. En la primera jugada con muchos defensas y algo embarullada, David Silva (algo desaparecido en los últimos minutos y ante Italia) caracoleó, fintó, dejó sentado a St. Ledger y definió fácil, entre las piernas de Dunne y rozando la mano de Given. Con toda la tranquilidad del mundo pero a la vez con toda la idea que el canario tiene en sus botas.
Esa chispa en el segundo gol era lo que nos faltaba, y a partir de ahí nos soltamos la melena. Los irlandeses seguían con su juego rudimentario pero a veces efectivo. Tenían un gran fallo. Cuando jugaban en ataque, su táctica era 'patadón pa' arriba', bajarla o aprovechar el despeje defensivo y una segunda jugada con tiro exterior. El experimentado, pero enano Robbie Keane era el delantero centro que tenía que bajar la pelota ante dos torres, Piqué y Ramos. Dos torres que, por cierto, cada vez se entienden mejor.
Todo iba sobre ruedas. El Niño redondeó su noche con un segundo gol, definición magnífica incluida. Nunca se sabrá si ese tiro iba ahí aposta o por instinto después de la presencia de Dunne en su espalda.
El caso es que dominamos, y así acabó el partido, no sin antes completar la goleada con un gol del falso nueve, Cesc Fabregas, que ya leva dos golitos en esta Euro.
Irlanda perdida del todo y eliminada. España, volviendo a ser la selección que nos tiene acostumbrados a ver. Que siga así.
EURO 2012. Jornada 7.
14 de Abril de 2012.
Escrito por: Sergio Díaz Alonso.
Twitter: @SergioDiaz_20.
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